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LUZ VERDE PARA EL AJUSTE Y LA ENTREGA

El proceso de ajuste el gobierno de ‘Cambiemos’ lo inició desde el momentos de su asunción en diciembre de 2015, con la devaluación del peso en un 50%, el aumento de las tarifas eléctricas en enero y las de gas, agua y combustibles en marzo de 2016. Si no fue más rápido es porque la lucha popular se lo impidió. Pero con estos ajustes no han logrado el magnetismo suficiente para ‘atraer’ capitales productivos como imaginaba. Por el contrario ha conseguido atraer sólo capital especulativo y ha logrado préstamos a largo plazo para enjugar el déficit fiscal galopante. Ha fracasado económicamente en sus objetivos fundamentales.

Terminaron las elecciones generales para diputados y senadores nacionales por la provincia y con el resultado definitivo se confirma lo que expresó Albero Agüero la misma noche del 22: “Hemos logrado el más 2,6 % de los votos en toda la provincia, el objetivo básico que perseguíamos en esta vuelta electoral era superar el 2%. … El Frente Progresista Popular y el Frente oficialista TODOS son las únicas agrupaciones que aumentaron en valor absoluto el caudal de votos.”

Luego de un trabajo de 7 meses de campaña, que nuestro Frente inició con el lanzamiento el 19 de abril, obtuvimos un premio al sacrificio y la perseverancia de nuestra militancia: en medio de un marco adverso, por la polaridad y el contexto nacional e internacional de retroceso del progresismo, nuestra fuerza se acrecentó e incorporamos cientos de nuevos militantes.

Estas elecciones fueron una gran campaña dividida en dos etapas, PASO y “elección de verdad”, como dice la gente, con una encuesta real de por medio que fue el resultado del 13 de agosto. Nuestro Partido y nuestro Frente, pudieron sostener su participación en el debate político, y a la vez no abandonar otros planos, como la lucha contra los cierres y despidos en fábricas emblemáticas, la lucha por el funcionamiento de las cooperativas, contra la carestía de vida y los tarifazos, la organización del viaje al encuentro de mujeres, la lucha por los derechos humanos, impactados por la desaparición forzada de Santiago Maldonado, el debate en el plano ideológico y cultural marcado por la conmemoración de los cincuenta años del asesinato de ‘Che’ Guevara y los cien años de la Revolución Rusa.

Todo este despliegue fue posible por el grado de conciencia que han alcanzado nuestros militantes, que queda claro que en la aseveración de una dirigente de Chimbas: “el domingo de la elección, mientras en otros partidos les pagan a los fiscales, en el nuestro los compañeros ponían planta para bancar los gasto del día”, así conseguimos desplegar más de 800 compañeros para trabajar ese día.

El resultado a nivel nacional

Cambiemos ganó en el la franja agro exportadora y petrolera del país. CABA, Provincia de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Salta, Mendoza, Neuquén. Lo hizo con el apoyo de los sectores de clases dominantes que se benefician de su política de dólar alto, endeudamiento y no repatriación de ganancias. También con la adhesión de sectores campesinos y capas medias que fueron muy golpeados por la políticas del kirchnerismo y que todavía guardan un rencor que les impide salir de la polarización que impuso la presencia de Cristina como candidata.

Además, ya lo habían advertido analistas cercanos al peronismo, “estos son radicales que si saben ganar una elección y mantener el poder”. Al macrismo y a sus ministros “gerentes” les costó en los primeros meses adaptarse a la estructura del Estados, pero aprendieron rápido, y ya manejan las dadivas con asistencias social, el rebenque para presionar a las provincias, obra pública y a manipular la información estadística como si hubieran estado toda la vida. En provincia de Buenos Aires Bullrich ganó en el “interior” pero también creció en la tercera sección.

El peronismo hizo una buena elección en donde se mantuvo unido y se lavó un poco la cara de kirchnerismo, como en San Juan. En provincia de Buenos Aires a Cristina le faltó el 6% de votos que se llevó Randazo. En este marco, quizás los uñaquistas tengan más para agradecer a Gioja y los kirchenristas de lo que quieren admitir. Si el PJ se hubiera presentado dividido en San Juan, kichneristas por un lado y conservadores por otro, podría hacer corrido la suerte de Utubey en Salta. “Oportunamente”, Camacho bajó su lista que pasó las PASO y esos votos son aproximadamente lo que aumentó el Frente Todos.

De todas formas es justo decir que el triunfo de Uñac es inapelable, y se basó en la creencia muy enraizada en el pueblo sanjuanino, que debe tener un gobierno que pueda “sacarle algo a la nación”. Esta ideología que todavía es muy fuerte entre los sectores obreros, que mayoritariamente votaron a TODOS, tiene que ver con la postergación de la región y el centralismo antifederal del país y la actitud obsecuente de los gobiernos provinciales.

La posición de Uñac sigue siendo intermedia, no ha mostrado perfil propio y va a depender de la suerte del mismo gobierno de Macri en los próximos dos años.

El massismo y Gen, insistieron con su política de la “avenida del medio”, sin críticas de fondo en lo programático, solo apelando a la ética y la moral, fueron abandonados por el electorado en esta definición. Esa migración de votantes en la provincia de Buenos Aires, se inclinó por definir la pulseada entre liberales y populistas puros, entre Macri y Cristina.

La izquierda en general, sumada en todas sus variantes, a nivel nacional hizo una buena elección, que sigue rondando los dos millón de votos. ¿Con eso alcanza para realizar transformaciones en nuestro país? Es una pregunta que debe afrontar con sinceridad las direcciones de los partidos que pretender dirigir al campo popular y derrotar a la oligarquía.

¿Chau Cristina?

La verborragia y el resentimiento de los periodistas más gorilas quiere imponer este balance de la elección, debate que visto en forma global es del todo irrelevante, porque el liberalismo y el populismo son dos caras de la misma moneda, son expresiones de la realidad de nuestro país. Gioja y Cristina son sólo nombres circunstanciales, y cuando ya no estén van a surgir otro a reemplazarlos y cumplir su rol. Es la consecuencia del proceso de desindustrialización y primarización de la economía argentina que arrancó en la dictadura del 76 y que profundizó Menem, que creó una economía altamente rentable para pocos y una sociedad con el 54% de excluidos del trabajo formal, que viven de changas y las asistencias públicas. El populismo es la expresión de esa realidad y el liberalismo de Macri es la aspiración de la oligarquía. El socialismo, como proyecto, no va a poder superar esta antinomia si no entiende que debe coaligar con las masas que votan al populismo para derrotar a la oligarquía que basa su poder en la tenencia de la tierra, que esa es la traba que lastra y que detiene el proceso histórico de nuestro país, y es el sustento de todas la políticas reaccionarias y represivas.

Ni un día sin aumento

El 23 aumentó la nafta un 10%. Ese incremento ya repercutió en el pan y el transporte. El mes que bien sube el gas 40%. Por supuesto que para el INDEC de Macri la inflación se va a mantener por debajo de los dos dígitos. Pero no vamos a descubrirlo ahora, no somos ingenuos, es el plan que mantiene Macri desde que asumió, avanzar en el ajuste todo lo que pueda, mientras el pueblo se lo permita. La elección le dio un plus de confianza y ahora hay que resistir un nuevo embate de su plan.

La tarea de los sectores conscientes en los próximos dos años es luchar por la unidad del campo popular, en las calles con la lucha activa y en el marco que nos ha impuesto en sistema garantizar el crecimiento del Frente, como condición indispensable para resistir el embate del macrismo, su represión y poder avanzar en un camino de liberación nacional. En ese camino nos alistamos para realizar un gran homenaje en el centenario de la gloriosa revolución bolchevique de 1917, de cuyo desarrollo podemos extraer grandes enseñanzas para alumbrar el camino que tenemos trazado en nuestra país en la época actual.

Por: Federico Agüero