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Los encuentros nacionales de mujeres


Perla Welner
Los encuentros nacionales de mujeres

Los Encuentros Nacionales de Mujeres representan un hecho político–social de gran relevancia en el camino que recorremos las mujeres argentinas para conquistar la igualdad. Este espacio de mujeres es único en el mundo por sus características, continuidad e integración de los problemas específicos de mujeres como parte de la política general del país. Cuestionados y difamados por los sectores dominantes han ido creciendo en número de participantes y profundidad de análisis durante sus tres décadas de existencia. Todo lo que nos pasa como mujeres, como sociedad, como país se refleja en los talleres del Encuentro y en las conclusiones.

Antecedentes e historia.
Durante el decenio 1975 y 1985 internacionalmente se avanza sobre derechos de las mujeres, hay Encuentros feministas en América Latina; Argentina tiene antecedentes históricos relevantes de participación de las mujeres: heroínas de las gestas de independencia, feministas de principios del 1900, participantes en luchas obreras y populares; Madres de Plaza de Mayo.
Derrotada la dictadura hay ansia de participación. Hay pocas mujeres en espacios de decisión. En 1984 se conforma en Buenos Aires la Multisectorial de la Mujer.
En julio de 1985 un grupo de argentinas participaron, en Nairobi, Kenia, del Foro de Organismos no gubernamentales durante la clausura de la Década de la mujer. Impactadas por las condiciones de vida de mujeres de países del tercer mundo, al volver, deciden realizar un encuentro. Así el primer Encuentro Nacional de Mujeres se realiza el 23, 24 y 25 de mayo de 1986 en Capital Federal con la participación de 1000 mujeres de varias provincias.
La Comisión promotora, de 43 integrantes, estaba conformada por peronistas, radicales, feministas, comunistas revolucionarias, socialistas, de DDHH, desarrollistas, conservadoras populares. Estas pioneras generaron pautas de funcionamiento que fueron tomadas por el conjunto de las mujeres y defendidas hasta la actualidad por amplia mayoría. Esto es que los encuentros fueran autoconvocados, autónomos, horizontales, federales, autosostenidos, democráticos y plurales. Lo que resultó un aporte extraordinario que garantizó la continuidad de los mismos como espacio de libertad, donde cada mujer participa a título personal, no se aceptan condicionamientos, ni votan resoluciones pues no es un congreso.
Lo principal son los talleres donde se opina, debate y reflexiona. Las conclusiones registran opiniones por mayoría y minoría, permitiendo observar a lo largo de los años, los cambios en el pensamiento y práctica social de la mujer argentina, los logros y desafíos.
Como respuesta a la difícil situación se sucedieron luchas con gran protagonismo femenino y organizadas y dirigidas por mujeres: metalúrgicas de Ushuahia en 1986, cosechadoras de Río Negro en 1987, Marcha Blanca docente en 1988. Se conforma Amas de Casa del País enfrentando la carestía, Mujeres en Lucha impidiendo el remate de sus tierras, etc; surgen formas de lucha como el piquete y corte de ruta; experiencias todas que fueron narradas y analizadas en los talleres en el marco de las políticas aplicadas en el país en cada momento. Se redactan proyectos de ley, muchas fueron sancionadas. Cada vez más los reclamos de las mujeres son tema de agenda política, y se reflejan en publicaciones, en medios de comunicación; canciones, obras de teatro, películas. Se forja así un fuerte movimiento de mujeres prestigiado en América Latina y Europa.

Todo lo que nos pasa como mujeres, como sociedad, como país se refleja en los talleres del Encuentro y en las conclusiones.

Treinta años de encuentros.
Año a año fue creciendo el número de participantes llegando a reunir 60.000 mujeres. Ya el hecho de resolver todo para que el encuentro funcione, es una tarea titánica que realiza la Comisión Organizadora: alojamiento, lugares para talleres, carpetas, viandas, coordinadoras, programas culturales, peña, marcha y muchos aspectos más son resueltos con eficiencia sorteando los obstáculos que ponen quienes intentan impedir su realización. La mayoría banca las dificultades que se presentan, porque aunque vayan por primera vez, sienten suyo este espacio construido por todas. Cada año la Comisión Organizadora es otra, en la provincia que toma la posta se autoconvocan las mujeres que deseen integrarla.
Los primeros años participaba lo más radicalizado, mujeres activas militantes de movimientos, gremios y partidos. Más adelante se incorporan, organizadamente, los sectores troskistas, la iglesia católica y evangélica. Participan mujeres de los pueblos originarios. También de países vecinos como Paraguay, Uruguay, Brasil.
Se impulsan leyes de Cupo femenino, Divorcio, Patria Potestad respondiendo a necesidades de ese momento. Se van sumando mujeres que concurren en forma espontánea, porque se enteraron les interesa y preocupa el tema o tienen curiosidad. Van surgiendo nuevos temas, planteos y reivindicaciones. Algunos sectores proponen introducir cambios en el funcionamiento: sea que se estructuren, que sólo viaje un grupo de representantes por provincia para que “sea más fácil resolver”, que se voten medidas, que hayan muchos Foros con disertantes, etc. Hasta la fecha las mismas no tuvieron aceptación en forma contundente.
La mixtura enriquece los debates, generando también confrontación en las posiciones pero el saldo es la consigna Unidad en la diversidad: El eje que nos une es la desigualdad, la necesidad de que se apliquen las leyes conquistadas y revertir las condiciones de vida deficientes para cientos de mujeres y su familia.
En las últimas décadas se visibilizó y creció la violencia en todas sus formas, los femicidios, la trata, el embarazo adolescente, consumo de droga y alcohol. Empeoraron las condiciones de vida.
Los gobiernos hasta ahora no han contemplado en sus programas los derechos que venimos reclamando. Macri ya ha mostrado su rumbo: prebendas a los grandes monopolios, salarios a la baja, suba de tarifas y precios en artículos de primera necesidad, importación de artículos que podríamos fabricar acá, entre otras medidas antipopulares y antinacionales. ¿En este contexto que derechos tendremos las mujeres? El proyecto de país que necesitamos para avanzar hacia la igualdad será parte de los debates. Y vamos con propuestas-
El destino de los encuentros está en lo que las participantes decidan. Hasta hoy, así como funcionan nos han dado un gran rédito. Por eso así los defenderemos.

Perla Welner
Dirigente del Movimiento de Mujeres Sanjuaninas.