El cambio llegó al empleo
En la actualidad, la mayor parte del debate sobre los problemas económicos gira en torno a la inflación, el déficit fiscal y el tipo de cambio, pero se habla poco sobre el principal problema que tiene este modelo: el empleo. Al analizar el desempeño del empleo registrado total, se observa que los casi 160.000 puestos de trabajo generados en lo que lleva recorrido el gobierno de Cambiemos se deben al aumento de los monotributistas, y en menor medida, al sector público y el empleo doméstico; mientras que el empleo privado, que es el componente más relevante, lleva destruidos más de 33.000 puestos de trabajo. Esos 33.000 asalariados privados, surgen de una destrucción neta de 73.251 puestos en rubros con salarios superiores a la media, frente a una creación de 40.277 puestos en ramas donde los salarios se ubican por debajo de la media. Es decir, no solo se observa una caída absoluta del empleo privado registrado sino además un cambio significativo en su composición, donde priman la generación de puestos con menores salarios. En gran medida eso se debe al comportamiento del empleo industrial, la rama más golpeada, que lleva destruidos -61.500 puestos de trabajo y su dinámica no parece encontrar un piso. La explicación se encuentra en una combinación de factores: la apertura de las importaciones, sumado a la suba inicial de los costos provocada por la devaluación y el incremento de las tarifas Si bien con este tipo de análisis no alcanza para concluir fehacientemente que exista un quiebre estructural en la evolución del empleo industrial, debería servir para desestimar que esto se deba solo a los efectos recesivos de la devaluación de fines de 2015. También debería servir para mostrar algo que no es novedoso pero que vale la pena repetir, y que es que la política macroeconómica tiene impactos considerables a nivel microeconómico, los cuales a su vez se retroalimentan.
Autor: Juan Manuel Telechea
NOTAS DE ECONOMÍA N° 13
Instituto de Trabajo y Economía
Fundación Germán Abdala